29 noviembre 2010

CONCLUSIONES

Mark Achbar
Joel Bakan
Jennifer Abbott
Este documental es un ejercicio de explicación de una realidad oculta, y como tal, un ejercicio  de opinión. Una característica primordial en cualquier trabajo realizado con pasión es el posicionamiento del autor. Los autores del documental, Mark Achbar, Jennifer Abbott y Joel Bakan, se posicionan claramente en un bando desde el principio del documental, e intentan presentar la realidad desde una perspectiva nueva, dejan que el adversario desgrane sus argumentos y pasan a rebatirlos con numerosos ejemplos, que como poco, deshacen gran parte de su argumentación. También hacen símiles  demoledores para con sus adversarios, como es el comparar con la psicopatía el perfil final de las corporaciones. Esto podría parecer tendencioso por lo sesgado de las informaciones, puesto que seguramente el adversario también podría ofrecer ejemplos de sus tesis, pero hay que tener en cuenta el calado del adversario, puesto que las corporaciones constantemente utilizan su poder para ocultar lo malo y potenciar sus partes mejores.

El documental propone como centro del estudio a la corporación, pero en nuestra opinión, lo que subyace a lo largo de todo el metraje de la película es el sistema socioeconómico que permite que parte de la sociedad y de la economía extralimite las fronteras de lo aceptable.

La actual crisis es una crisis sistémica, y son las prácticas de las grandes corporaciones y de los diferentes mercados los que están viciando la economía, creando enormes desequilibrios. Las posiciones en este contexto son en una escala que no va de lo radical a lo conservador. En realidad la situación política de los últimos años a borrado de las opiniones político-económicas a la mitad izquierda del espectro tradicional del siglo XX. Y por lo tanto las opiniones se desarrollan entre posiciones liberales y neoconservadoras (o neoliberales), de tal manera que no se aboga por una clara revolución del sistema, si no, en el más radical de los casos, en una trasformación del sistema apoyada por leyes más rígidas para con los mercados y las corporaciones.

Estas modificaciones en la ley van desde el “laissez faire, laissez passer " hasta profundas trasformaciones de la misma. Pero a la hora de legislar, el propio sistema atempera y retrasa las propuestas más realistas, decantando hacia el lado conservador el resultado final.

Nosotros propondríamos, por ejemplo, suprimir la pena de muerte a las personas físicas e instaurar la pena de muerte a las personas jurídicas. Regulando que el vacío creado por la aplicación de la misma no fuese ocupado, ni por cualquiera de los propietarios de la corporación condenada, ni por otras corporaciones del sector. Tal vez así las consecuencias de transgredir la ley estén a la altura del castigo, y la tendencia a violar la ley se invierta,.

Hay una clara disociación entre el sistema socioeconómico y el individuo, de tal manera que este último no se siente culpable de ningún daño infligido a terceros o al planeta en el que realizamos nuestra actividad como especie. Esto incluye a casi todos los individuos del sistema, desde los meros consumidores, hasta los propietarios y dirigentes de las más grandes corporaciones, desde "brokers" de cualquier bolsa a ciudadanos del "primer mundo".

Históricamente la construcción del sistema ha sido paradójica, los grandes avances hacia el estado actual han sido generados en un intento de dar más libertad al individuo, pero esa libertad ha sido aprovechada tendenciálmente hacia una impunidad cada vez mayor por parte de las corporaciones. Creemos que esto ha sido debido a la asimetría de poder entre "el capital acumulado" y los sistemas políticos que lo albergaban, es decir, las decisiones políticas adoptadas con un fin determinado son utilizadas por quien tiene el conocimiento y los medios para aprovecharlas en toda su extensión, y rara vez se aprovechan si no se poseen estos medios. O algo aún más grave, "el capital acumulado" ejerce presión a su favor en las esferas de decisión política o directamente en la elección de estas.


Esta reflexión la hacemos desde la parte rica del mundo, España es actualmente el noveno país más rico del mundo, y como tal se juega su parte de supremacía sobre el resto del mundo, y lo que como ciudadanos de esta nos puede revertir. De igual manera que los trabajadores o los dirigentes de una corporación no sienten responsabilidad, esto es extrapolable a la sociedad del primer mundo, la fuerza se nos va en condenar, pero al final las ventajas de las que disfrutamos a costa de "la globalización" nos pasan por derechos adquiridos. En la actualidad hay ejemplos de que esto está cambiando, el hecho de que haya ciudadanos anónimos que estén dispuestos a denunciar a las corporaciones donde trabajan, o incluso a los gobiernos a los que sirven, como es el caso de wikileaks.

Afortunadamente en este estado de cosas hay numerosas personas, asociaciones e instituciones que trabajan en distintos campos por el redireccionamiento del sistema. En las últimas dos décadas ha florecido una oposición contestataria a este estado de cosas. Este movimiento que se ha dado en llamar “antiglobalización”, propone nuevos caminos y denuncia los excesos. En realidad el término, como tantos otros propuestos por los medios de comunicación, es erróneo en su concepto. La pléyade componentes del movimiento, a la vez que heterodoxa, no es en su mayoría contraria a una regulación global del sistema, más bien al contrario, pone el acento en los fallos de un sistema que crea riqueza en una parte del mundo a costa de la otra parte , y que ni redistribuye con equidad ni le importa.Y además crea esta riqueza sin tener en cuenta, ni el impacto sobre el planeta, ni su continuidad en el futuro.

En la actualidad se emplean cuatro sectores como básicos en el estudio de la segmentación de la economía global, sector agropecuario, sector industrial, sector servicios y sector tecnológico. Nosotros propondríamos un quinto sector, o una duplicidad de los cuatro sectores anteriores en un quinto llamado "sector sostenible", que contenga todas aquellas actividades económicas realizadas con un impacto mínimo o sin impacto negativo en la ecología y en la sociedad.Emprendiendo, aplicando y ampliando acciones como por ejemplo la etiqueta ecológica, el comercio justo, o la investigación y desarrollo en fuentes de energía limpia.(Vídeo de apoyo)


Todas estas reglamentaciones tendentes a la sostenibilidad de la acción del hombre sobre el planeta y de la justa redistribución del producto entre sus habitantes, solo se puede realizar de una manera gradual, global y justa, y ha de incluir, tanto los productos tangibles de la actividad humana, como los intangibles, es decir, el conocimiento y la cultura o las culturas.(Video de apoyo)


La visión depresiva del mundo es la peor manera de analizar la realidad, puesto que nos puede llevar al convencimiento de que o "todo está mal" o "que esto no tiene solución", en realidad es mucho más productivo partir de la denuncia (Vídeo de apoyo 1,2 y 3) y del estudio histórico (Vídeo de apoyo). Pero luego hay que localizar los puntos fuertes del estado actual de las cosas e intentar cambiar la realidad que no nos gusta desde el conocimiento, haciendo propuestas inteligentes (Vídeo de apoyo) y trabajando para escalar la montaña de la que nos habla Ray Anderson al final del documental.

La arrogancia del ser humano no tiene límite, puesto que en realidad proponemos el fin de la vida en el planeta como consecuencia última de nuestro fracaso, cuando a lo que nos encaminamos es hacia la sexta extinción, y no sería siquiera la más destructiva de las seis, este honor le corresponde a la extinción del periodo cámbrico, que se llevó con ella el 54% de las familias de especies existentes en ese momento. Pero tal vez si que es la primera extinción en la cual se conocen los motivos y se prevé con antelación, y lo que es más triste, se conoce la solución en lo que podríamos llamar “microsociología”, pero no la manera de detenerla “macrosociologicamente”. Pero el fin de la vida en este planeta no sobrevendrá hasta que el sol devenga en una gigante roja, pero como decian los antiguos Galos eso no va a pasar mañana.








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